12 de noviembre de 2019

CUIDADO CON LA DERECHA





El PP y sus socios
Pedro Sánchez y Pablo Iglesias se han puesto de acuerdo. Parece que habrá gobierno de coalición PSOE/UP. Los partidos de la derecha, esos que hace días clamaban por un pacto urgente para formar Gobierno,  esos mismos que negaban al PSOE el pan y la sal, ahora que ya hay pacto, están que se suben por las paredes. Su "España Suma" y la pretendida "Gran Coalición" se han desvanecido antes incluso de haber nacido. Menos mal.

Con Ciudadanos en periodo de liquidación, el PP y Vox se han adueñado del voto de las derechas. Poco tardaremos en oírles utilizar el término "Frente Popular" para referirse al nuevo Gobierno, al mismo tiempo que, faltando como siempre a la verdad, nos dirán a todos que un gobierno parecido nos llevó a una guerra civil.

Pablo Casado, ese peón de FAES, masterizado a distancia, olvidará su discurso moderado, puesto en práctica desde el pasado abril, y de sus alusiones al partido de Genova desaparecera eso de somos un partido de "centro-derecha", otro engaño más en busca de incautos, para empezar a autodenominarse como lo que realmente son y han sido siempre, un partido politico de derecha fundado por destacados y entusiastas miembros de la dictadura franquista. No les queda más remedio que hacerlo si quieren evitar que Vox les deje en pañales. O se posicionan frontalmente y sin ambages, o Pablo Casado y sus incondicionales tendrán que buscar trabajo en algún chiringuito pepero.

Así las cosas, espero que en el PSOE se dejen de eso de "centro-izquierda" y les oigamos decir, aunque sea con la boca chica, que son un partido de izquierda. A mi eso del "centro", políticamente hablando, siempre me ha parecido una simple herramienta para captar votos, huyendo de los extremos, para dar una sensación de moderación. En España eso del "centro" nunca ha dado resultado, recordemos aquellos dos partidos liderados por Adolfo Suarez, Unión de Centro Democrático (UCD) y Centro Democrático y Social (CDS), ambos felizmente desaparecidos, y no nos olvidemos de Unión Progreso y Democracia (UPyD), más reciente en el tiempo pero igualmente en el baúl de los recuerdos. De Ciudadanos (C's) mejor ni hablar.

Nos esperan tiempos difíciles. A la derecha española y a la ultraderecha solo les que queda intentar reventar la legislatura que viene y no escatimarán medios, su pretendido "sentido de Estado" desaparecerá para ser sustituido por el acoso y derribo de la izquierda gobernante, sin importarles lo más mínimo las consecuencias negativas que ello supondrá para el país. Harán lo mismo que hicieron durante toda la II República. No lo permitamos, luchemos por lo conseguido frente a quienes nos lo quiere arrebatar.

Mientras la izquierda forma Gobierno, la esperanza republicana sube un peldaño en la escalera de la reinstauración, ya falta menos.


Salud y República.


Benito Sacaluga








6 de noviembre de 2019

CUERPO A TIERRA





Si algo les faltaba a esos militares que siguen reverenciando y defendiendo el franquismo, y todo lo que supuso, es la llegada a las instituciones de un partido politico de sus mismas convicciones. Si además ese partido politico forma parte de gobiernos y ayuntamientos, dichos militares acaban de encontrar su ansiado portavoz ante la sociedad civil.

Como no tengo mucha confianza en la solidez de nuestra democracia, y mucho menos si tengo en cuenta la existencia de un rey como jefe del estado, que a su vez es el jefe supremo de las Fuerzas Armadas, la verdad es que no puedo evitar un, cada día más acentuado, estado de intranquilidad.

Si a lo anterior uno que de forma cotidiana, y desde todos los medios del aparato, se viene demonizando a la izquierda, a los comunistas, mi intranquilidad se agudiza. 

Trato de esperanzarme, pensando que eso de los golpes de estado y las revoluciones son ya cosas del pasado, y que en nuestra sociedad actual son sucesos que no se pueden repetir, pero me basta recurrir a la historia leída y a la vivida, para darme cuenta de que,  sin duda, el peligro existe.

Ya se vió, sin ir más atrás, en 1874, cuando un general monárquico, Martinez Campos, se cargó la I República y sentó en el trono de España a Alfonso XII. Volvió a pasar en 1936, cuando un grupo de generales se sublevó contra la II República con la intención de reinstaurar, otra vez, la monarquía; éstos últimos nos llevaron a una desigual guerra que duró tres años, y además lo de la monarquía se dejó a un lado, quien se convirtió en el jefe de los sublevados prefirió instaurar una dictadura militar, y así estuvimos 40 años de nada. En 1981, con nuestra democracia recién nacida, otro grupo de militares sacó los tanques a la calle y ocupó por las armas el Congreso de los Diputados, una operación  de la que aún hoy, (38 años después), seguimos sin saber con exactitud y rigor quién la organizó; lo cierto y conocido es que les salió mal, tan cierto y conocido como que muchos españoles de a pié aplaudieron la entrada de la Guardia Civil en el Congreso.

Hoy, si somos realistas, hemos de llegar a la conclusión de que la situación en Cataluña, en parte, en mucha parte, gracias a la negativa de los sucesivos gobiernos de abordarla democraticamente, se ha convertido en una herramienta en manos de los defensores de esa utópica "Una, Grande y Libre" que tanto daño nos hizo.

Sumemos la ancestral desunión de los partidos politicos de izquierda, el evidente abandono del PSOE en cuanto a los postulados socialistas originales, la también ancestral unión de las derechas, la escasa capacidad de los líderes actuales, el importante resurgimiento de la extrema derecha y el neofranquismo, la demonización del comunismo, la enorme intromisión del capitalismo en la política, la ascendente falta de confianza en jueces y fiscales y la innegable situación precaria de las clases trabajadoras, y ya tenemos todos los ingredientes necesarios para que se produzca una involución en muy poco tiempo.

Diréis que soy un catastrofista, quizás un exagerado, puede que hasta un ignorante, no importa, yo por si acaso tengo razón el próximo día 10 voy a votar a la izquierda de verdad, y si por una de esas las derechas logran formar gobierno, mi posición inmediata será la de "cuerpo a tierra", mientras que, desde esa incómoda posición, iré borrando mi pasado reciente, más o menos desde la última amnistía (1977), por si acaso.

De la República, ya hablaremos, si salimos de ésta, claro.


Benito Sacaluga


Nota.- Desde aquí quiero mostrar mi respeto y admiración por todos aquellos militares antifranquistas integrados en nuestras Fuerzas Armadas, que haberlos haylos...y cada día más. Que no nos falten.