12 de febrero de 2018

LA IZQUIERDA EN SU LABERINTO





"El más terrible de los sentimientos 
es el sentimiento de tener la 
esperanza perdida"

Si el PSOE hace siete años tenía alguna posibilidad de gobernar en solitario, ahora esa posibilidad se ha desvanecido. Negar el avance de la derecha política, y su cada día más potente posibilidad de consolidarse como gobierno sine die, es una equivocación que acarreará lamentables consecuencias. 

Parte de la fuerza electoral que tenía el PP se ha visto mermada, pero la irrupción de C's viene a compensar las pérdidas que la corrupción y los recortes sociales han llevado al PP a una situación inestable. A efectos prácticos el panorama sigue igual. Gobernará la derecha y lo hará a nivel nacional y en muchos más ayuntamientos y comunidades autónomas, mejorará sus posiciones actuales...y con ella la monarquía.

La derecha ha salido airosa del tema catalán, toda la fuerza del Estado, sus tres poderes, unidos al cuarto representado por los medios de comunicación y a la monarquía, han desbaratado los planes republicanos de Cataluña, a no mucho tardar el Parlament se doblegará, de momento, ante la fuerza de un Estado, el español, dirigido por un partido del que es imposible hablar sin utilizar la palabra corrupción, a la sombra de un Poder Judicial en entredicho, de un Poder Legislativo nacional donde la derecha suma mayoría y en última instancia por una jefatura del Estado dirigida y controlada por el Ejecutivo.

De momento el PP conseguirá que se aprueben sus presupuestos para 2018, C's y el  PNV apoyarán, una vez más, a M.Rajoy. Por el camino quedarán compromisos inconfesables. Hasta es posible que, en caso necesario, el PSOE, en unos de sus ataques de falso patriotismo, interesadamente se abstenga. Abstenerse ante los recortes sociales que los nuevos presupuestos contienen va en contra de cualquier planteamiento socialista, pero el PSOE es así. Como siempre digo, primero los españoles, luego España, primero los ciudadanos, luego el poder,... justo lo contrario de lo que viene pasando desde hace tantos y tantos años.

Ante este panorama, ante este tinglado construido a partir de los votantes del PP, aquellos partidos que aglutinan el voto de la izquierda mantienen sus fuerzas divididas, no nos extrañemos de ello, lo llevan haciendo desde julio de 1936. Basta que desde algún partido de izquierdas se lance una propuesta de acción, no digamos ya legislativa, para que los que deberían apoyarla se opongan, así sin más, sin tan siquiera haber entrado en el fondo de la cuestión. De moción de censura ni hablamos. Al mismo tiempo los partidos y asociaciones republicanas adoptan la misma posición destructiva ante la izquierda actual, olvidando que sin ella la República nunca volverá a ser posible en España.

Una legión de autodidactas, puristas y demagogos con acceso a las bases republicanas, se encargan de tergiversar la esencia del republicanismo como sistema de estado, como clase de sociedad política, sumiéndose, aunque de momento sibilinamente, en la lucha por el caudillaje, algo totalmente incompatible con una estructura política republicana, en la que la voluntad colectiva debe ejercerse a través de la participación en consejos y asambleas.

Desde los principios del pasado siglo XX la intelectualidad española, a pesar de lo reducido de su circulo, trató de intervenir ideologicamente en el pueblo y en buena parte lo consiguió. Se carecía de los medios de los que hoy disponemos, de libertad efectiva,...no obstante se consiguió implantar la República. En el momento actual los intelectuales, salvo muy contadas excepciones, ni están ni se les espera, desgraciadamente.

Nos han hecho creer que vivimos en democracia...y nos lo hemos creído. Los partidos politicos, todos y sin excepción, se autodenominan  democráticos sin serlo muchos de ellos, al menos moralmente. Si no hay democracia real y efectiva en el seno de los partidos, ¿como pueden éstos comportarse democráticamente en el ejercicio de su acción política o de gobierno?. No importa, la ausencia de experiencia democrática real de los españoles actúa como velo para tapar las imperfecciones.

Citando a Fernando Valera, "...la verdad moral de una organización democrática, no ha de ser un programa, un ideario, una constitución, sino cierta manera habitual de vivir y obrar que encarne en hechos los principios que aprobamos y defendemos. Una vez más, la verdad no es una verdad, sino una disciplina". Después de leer lo anterior es harto difícil considerar al PSOE actual como un partido donde se respeten sus principios fundacionales, y no me refiero ahora al marxismo. Unos principios que en definitiva constituyen su única verdad y razón de ser; tampoco como un partido cuyos dirigentes, y muchos de sus votantes, vivan y obren de acuerdo con dichos principios. Repasemos, como no, los comportamientos internos y externos de partidos como el PP o C's., organizaciones devotas de sus líderes, de sus caudillos y con objetivos diametralmente opuestos al bien común.

Recomiendo un pequeño ejercicio de intima sinceridad, busquemos en el panorama politico español, en ese laberinto de contradicciones, a los partidos nacionales que entendamos se aproximan al ideario republicano, si encontramos alguno acerquémonos a él y colaboremos en/con su vía republicana, quizás así algún día no muy lejano dejemos de ser súbditos.

Término con Valera nuevamente: " Ideas, sobran; lo que faltan son realidades, vida, acción, movimiento, sin lo cual las ideas se mueren bien pronto de hambre en el mundo de las abstracciones puras". 




Benito Sacaluga.




* Citas de Fernando Valera: "Manual del Republicano". ISBN: 84-300-1021-1

* Imagen: http://culturainquieta.com