26 de febrero de 2019

LA MUERTE DE LOS GENERALES REPUBLICANOS






General Domingo Batet Mestre.
Fusilado por los golpistas.
Cuando Franco puso en marcha el golpe de estado militar contra el Gobierno de la República Española, lo hizo sin saber exactamente como iban a reaccionar los generales españoles, se puso en contacto con todos para reclamar su apoyo al golpe. Franco se llevó una desagradable sorpresa, una reacción no esperada de los generales, que Franco solventó de forma rápida con el asesinato sin contemplaciones de sus compañeros de armas contrarios a la sublevación.

(1) En ese momento, Julio de 1936, España contaba con ocho Capitanías Generales, cada una bajo el mando de un Capitán General, de ellos solo uno apoyó a Franco. De los 21 generales de división del Ejército, solo se sublevaron cuatro. En relación con los generales de brigada, 59 en total, 42 se mantuvieron fieles a la República, solo se sublevaron 17.  El comandante en jefe de la Aviación se negó a la sublevación. En la Guardia Civil había 6 generales, todos ellos se mantuvieron fieles al Gobierno. En total, de los 95 generales en activo en julio de 1936 se sublevaron 22 de ellos, un 23 %. Parece obvio que está tremenda falta de adhesión al golpista hizo fracasar el golpe de estado. Un fracaso que Franco "solucionó" iniciando una guerra contra la República y contra el pueblo republicano.

El 18 de julio Franco, por aquel entonces comandante militar de las Islas Canarias, dió orden de apresar y encarcelar al general de división Agustín Gómez Morato, comandante general del Ejército de Marruecos, inmediatamente Franco se nombró asimismo para ocupar esa comandancia general. Al mismo tiempo los generales golpistas Mola, Saliquet y Queipo de Llano se encargaron de purgar a aquellos mandos del Ejército que no se adhirieron a la rebelión.

En la misma fecha  Mola se proclamó jefe de la VI Región Militar (Burgos) previo fusilamiento del general Domingo Batet Maestre. Saliquet fusila al general de división Nicolás Molero Lobo y ocupa su puesto al frente de la VII Región Militar (Valladolid). Queipo de Llano encarcela a José Fernandez Villa Abrille, capitán general de la II Región Militar (Sevilla) y ocupa su puesto. En Galicia, VIII Región Militar, su capitán general, Enrique Salcedo Molinuevo, es fusilado. En Granada se fusila al gobernador militar, general Miguel Campins. En Zaragoza se fusila al general Núñez Prado, en Coruña al general Caridad Pita. En Sevilla se fusila al general Mena Zueco. En Salamanca al general Gómez Caminero. En Melilla fusilan al general Romerales...todos los generales que no consiguieron abandonar a tiempo el territorio controlado por los golpistas fueron fusilados o encarcelados. Después de esta sangrienta purga, Franco se apresuró a presentarse ante el país como en único jefe de los ejércitos. 

Ante la limitación de los efectivos militares de la península que apoyaron el golpe, Franco acudió al Ejercito de Marruecos para dominar la situación, convirtiendo a éste en decisivo. Un ejército que contaba con cinco unidades de fuerzas regulares indígenas y la Legión, en la que una tercera parte de sus efectivos eran extranjeros, en total 20.000 hombres. En octubre del 36 Franco dispone que se aumenten considerablemente los sueldos a las tropas regulares, mercenarias y extranjeras procedentes de Äfrica en agradecimiento a su adhesión al ya denominado "Movimiento". Al mismo tiempo, el 19 de julio, Franco concede al gran visir de Tetuán, Sidi Ahmed El Ganma, la Cruz Laureada de San Fernando. Se expresaba así oficialmente el reconocimiento para con aquellos que habían constituido la fuerza de choque inicial y decisiva. En efecto, Franco pudo hacer la guerra gracias a esas tropas antes de recibir la ayuda de Hitler y Mussolini. Este lamentable cúmulo de circunstancias internacionales y la sangrienta matanza de generales, jefes y oficiales del Ejército español, fieles a la república y asesinados en el curso de aquella triste jornada, constituyen lo que los vencedores denominaron y siguen llamando el "espíritu del 18 de julio".



Benito Sacaluga.



(1) Fuente: Artículo de Antonio Alonso Baño, ministro de la República en el exilio. Publicado en Le Monde el 20 de julio de 1971.









22 de febrero de 2019

EL VATICANO Y LOS DICTADORES



Pío XI y Benito Mussolini
En primer lugar me gustaría que no se confundiera catolicismo con cristianismo, al menos desde una perspectiva intelectual. 

Parece que el Vaticano tiene una de las llaves del cerrojo que impide la exhumación de los restos de Franco, algo que solo se puede entender desde la óptica de una sumisión voluntaria a los preceptos fundamentalistas de un estado no democrático, tal y como lo es el Vaticano.

Dicen que la Iglesia Católica quiere apartarse, lavar su imagen. Una imagen salpicada de mucha sangre republicana y de mucha represión, a causa de su apoyo incondicional y su colaboración con Franco, primero desde el inicio y desarrollo de la Guerra de España y después durante los largos años de dictadura. Conviene no olvidar lo que fue y significó el nacionalcatolicismo español. Dicen que la IC quiere mantenerse al margen, pero ello es imposible, más aún si, como está haciendo, sigue celebrando misas por la memoria de Franco a lo largo y ancho de la geografía española, al mismo tiempo que se niega a retirar de sus iglesias la simbología franquista, tanto en forma de cruces como de placas conmemorativas e inscripciones.

También es imposible que nos hagan olvidar que si el Estado Vaticano existe es gracias a un dictador fascista, a Benito Mussolini, quién en 1929, siendo Papa Pío XI, rubricó los Pactos de Letrán, unos acuerdos entre Italia y la Iglesia que otorgaron el carácter de Estado soberano a la porción territorial de Roma ocupada físicamente por la Santa Sede. El Pacto incluía un Concordato por el que, entre otras cuestiones relevantes, Mussolini prohibió al clero tomar parte en la política. Es evidente y cierto que si el Vaticano existe hoy como Estado independiente y soberano es gracias a un dictador.

El Vaticano nos escribe diciendo que no se opone a la exhumación de Franco, al mismo tiempo que recomienda al Prior del Valle que haga lo mismo. Una misiva que ya ha sido convertida en muy discutible y apta para la negativa a su cumplimiento por parte del Prior y de la Conferencia Episcopal Española.

Si lo que la Iglesia quiere es que olvidemos su pasado fascista y franquista, bueno sería que al igual que el cardenal Gomá, en representación de todos los obispos españoles, escribió a los obispos de todo el mundo pidiendo colaboración con los ejércitos de Franco. Una carta que vino precedida por otra enviada al cardenal Pacelli tras entrevistarse Gomá con Franco en 1937 en la que se puede leer:
...que, toda vez que el Episcopado español está en su totalidad y sin reservas al lado del general Franco y a favor del Movimiento, publique un escrito que, dirigido al episcopado de todo el mundo, con ruego de que procure su reproducción en la prensa católica, pueda llegar a poner la verdad en su punto, haciendo a un mismo tiempo obra patriótica y depuración histórica, que podría redundar en gran bien para la causa católica de todo el mundo.
bueno sería, digo, que el Vaticano, el Papa en persona, escribiera a los obispos españoles y al falangista Prior emplazándoles a todos de forma firme y contundente a colaborar en todo lo que sea necesario para que el dictador salga cuanto antes de la Basílica del Valle, más aún si tenemos en cuenta que dicha Basílica es propiedad exclusiva del Estado Español. Ante el problema de la exhumación no vale lavarse las manos como hizo Poncio Pilatos, máxime si tenemos en cuenta lo que la equidistancia del prefecto de Judea supuso.

Está claro, la Iglesia no puede olvidar los gloriosos tiempos del nacionalcatolicismo, quizás por que tampoco puede olvidar lo que la democracia republicana dispuso para ella en el Art. 26 de su Constitución de 1931, en el que a la Iglesia se le quitaban sus ancestrales privilegios, que no su existencia ni el ejercicio de sus cultos, labor doctrinal y apostólica.

En cuanto al Tribunal Supremo, tal y como anda su prestigio, solo le faltaría fallar a favor de la familia del genocida e impedir el traslado de sus restos. Si esto llega a suceder, tal y como diría mi madre, "apaga y vámonos".


Salud y República


Benito Sacaluga






18 de febrero de 2019

EL FRANQUISMO ACUDE A LA JUSTICIA



Luis F.Utrera-Molina, Franco y José Utrera-Molina.
(Imagen: El Español)
Está claro que los errores se pagan tarde o temprano. La Transición salvó de todo tipo de responsabilidades al franquismo y a los franquistas de ayer y de hoy. No es ya el momento de juzgar, ni siquiera de discutir, las decisiones que se tomaron hace tantos años. Nos queda muy lejos aquella Ley de Amnistía de 1977, se hizo a cambio de democracia, dicen.  Han pasado ni más ni menos que 42 años y hoy solo cabe el recurso del pataleo, lo que si está claro es que fue un lamentable error que se pone de manifiesto y aumenta cada día que pasa.

Pasaron treinta años desde 1977, y en 2007 volvimos a cometer otro error, éste no fue otro que aprobar una Ley, la 52/2007, por todos conocida como la Ley de la Memoria Histórica que nació incompleta, acomplejada. Una Ley apoyada por PSOE, Izquierda Unida, el Partido Nacionalista Vasco y Bloque Nacionalista Galego con la oposición frontal de Partido Popular. Hoy en día a la pretensión de anular dicha Ley se unen Ciudadanos y Vox, y lo hacen al mismo tiempo que demuestran una total falta de respeto a las victimas de la guerra y de la dictadura, incluso ofendiéndolas públicamente sin ningún rubor.

En estas, once años más tarde, el Congreso de los Diputados aprueba la exhumación  de los restos del dictador. La derecha se abstiene en las votaciones, poniendose hipocritamente de perfil una vez más, ello les da los votos de los franquistas, que son legión; si por ellos fuera el dictador podría seguir en su Valle hasta el fin de los tiempos, esa es la realidad que no se atreven a reconocer públicamente desde su corrupta sede de Genova,13.

Los nietos del dictador, herederos de una extraordinaria fortuna, conseguida a hierro y sangre durante 40 años, se oponen al traslado de los inmundos restos de su abuelo. Acuden a la Iglesia, a los franquistas...y a la Justicia para impedir la exhumación.  El Gobierno de España sigue trabajando para cumplir con el mandato del Congreso. Los nietos de Franco, sabiendo que el Gobierno se opondrá, proponen que, de llevarse a cabo la exhumación, la momia del general se deposite en el centro de Madrid, en la catedral de La Almudena, junto al Palacio Real, en una sepultura que les pertenece, sin duda adquirida con los bienes procedentes de la rapiña del dictador. De no ser así amenazan con llevar el asunto al Tribunal Supremo...y lo harán, sin duda, los franquistas están acostumbrados a torcer voluntades aunque, como es el caso, la voluntad provenga de todo un Congreso de los Diputados en el que está depositada la soberanía nacional.

Cabe la posibilidad de que el TS paralice cautelarmente la exhumación, y hasta la de que, en su día, la prohíba en sentencia firme. También cabe la posibilidad de que, en el caso de que la derecha vuelva al Gobierno, se impulse la anulación del Decreto Ley que instrumenta el traslado de los restos del  genocida. Partido Popular, C's y Vox lo harán posible en el Congreso.

Basta ya !!!. Los herederos de Franco no merecen ser oídos en un tribunal de justicia defendiendo a ultranza a un asesino de masas. Es irracional. Pero amigos, el franquismo sigue vivo. La defensa de los nietos está encomendada al hijo de un ministro franquista, un ministro que tras la muerte de Carrero Blanco se convirtió en ministro-secretario general del Movimiento en el Gobierno de Arias Navarro. Y que una vez murió Franco, se incorporó a la Alianza Popular de Manuel Fraga, fue candidato al Senado por Málaga.y miembro de la Fundación Francisco Franco. Sin duda su hijo, Felipe Utrera-Molina, que así se llama el abogado de los Franco, dispondrá de una buena lista de contactos, tanto en el ámbito politico como en el judicial y el ejército. Un abogado franquista hermano de la esposa de Alberto Ruíz-Gallardón, exministro de Justicia y exalcalde de Madrid, todo por el Partido Popular.

Por si la influencia de Utrera-Molina fuese poco, la Fundación Francisco Franco ha pedido a su equipo jurídico, encabezado por el ex magistrado de la Audiencia Nacional Santiago Milans del Bosch, sobrino del excapitán general de la III Región Militar y uno de los militares que perpetró el Golpe de Estado del 23F, que ponga en marcha las medidas legales y judiciales necesarias para frenar los planes anunciados por el Gobierno. En la actualidad, Santiago Milans del Bosch también ejerce la defensa del ex ministro del Partido Popular Eduardo Zaplana, imputado por los presuntos delitos de malversación, blanqueo de capitales, cohecho y prevaricación. (1) .

Aunque solo fuese para evitar que la derecha y los Franco consigan sus propósitos, y aunque en muchos casos haya que hacerlo con la nariz tapada, en las próximas Generales los votos de los demócratas han de ir para la izquierda. Luego, una vez exhumado el asesino, bueno sería empezar a trabajar para la derogación de la Ley de Amnistía de 1977, aunque solo fuese para que la fortuna de los franquistas, especialmente la de los nietos del dictador, amasada con la sangre y hacienda de muchos españoles, volviera a sus legítimos propietarios o al erario público.

Democracia y dictadura no pueden convivir...pero en España está sucediendo.


Salud y República.


Benito Sacaluga.





(1) El Español (13/02/2019)


     




14 de febrero de 2019

LA LLAVE CATALANA



Pujol y Aznar en 1996
La memoria se pierde intentando recordar el número de veces que los partidos catalanes han sido clave para la aprobación de los Presupuestos Generales. Partido Popular y PSOE les han ofrecido de todo para conseguir su apoyo a las cuentas. CiU no solo daba su apoyo a cambio de "la pela", que fueron muchas, también obtenía importantes concesiones en lo que atañe al autogobierno catalán.

Recordemos aquí el llamado "Pacto del Majestic",  un pacto entre CiU y el PP de Aznar firmado en 1996 y en el que Aznar, a cambio del apoyo de CiU para ser investido presidente del Gobierno, concedió un nuevo sistema de financiación para Cataluña, además de importantes transferencias de competencias a la Generalitat, como la justicia, la educación, la sanidad o el empleo. Así las cosas, y al mismo tiempo, Pujol se paseaba altanero y confiado moviendo impunemente la red que le proporcionaba, a él y a su clan, multimillonarios beneficios económicos. Todos el mundo lo sabía, lo de las cesiones y lo de la corrupción del clan, pero nadie decía nada, mucho menos acusar al Gobierno de turno de colaboracionista en las pretensiones independentistas de los catalanes o de alta traición como ahora se hace. Si en 1996 para los catalanes la pela era la pela y la independencia un objetivo casi lírico, ahora la pela parece no importar y se sacrifica en aras de un independentismo cada día más fuerte y arraigado, arrastrando en su sacrificio al resto de los españoles al negarse a apoyar unos Presupuestos Generales esperanzadores para los que más ayuda necesitan.

Argumentan en PP y C's, y lo hacen a gritos, que España no puede ser rehén de los independentistas, y lo hacen olvidando que siempre lo hemos sido en mayor o menor medida, tanto de Cataluña como del País Vasco....y lo hacen sabiendo que siempre les van a necesitar salvo que se hagan dueños y señores de una mayoría absoluta en el Congreso, una mayoría absoluta en la que se cambiarán las tornas y tanto los catalanes y vascos como el resto de los españoles pasaremos a ser rehenes de un poder tendente al absolutismo, tal y como lo será si la extrema derecha se convierte en socio necesario.

Es cierto que algo hemos avanzado, hoy no se ha enviado a Barcelona a un general Batet, tal y como se hizo en 1934, para sofocar y rendir a los independentistas, hoy los métodos han cambiado, sin embargo los líderes catalanes están en prisión, como lo estuvieron en 1934, y en lugar del ejército se tirará de un controvertido articulo de la Constitución para intervenir por completo la Comunidad Autónoma y despojarla de todas sus atribuciones como tal. La historia se repite con nuevo y obligado atrezzo.

Esto tiene que acabar, de seguir así mucho me temo que las posibles ventajas de conservar la unidad  territorial de España a toda costa no le convenga a nadie y menos aún a la democracia. Ayer hemos visto como el cerrilismo interesado de la derecha junto con el afán independentista catalán han tumbado unos Presupuestos Generales más que aceptables en lo social y en lo equitativo, cercenando al tiempo toda posibilidad de continuidad del PSOE en el Gobierno. No olvidemos que ha sido el PSOE quien desde el Gobierno ha puesto en marcha un plan de diálogo con la Cataluña independentista, un plan que de gobernar la derecha no se volverá a ver en muchos años. Un plan y una negociaciones que son, sin ninguna duda, la única forma de reducir a mínimos las ansias independentistas, no de sus partidarios más radicales, pero si del pueblo catalán en su conjunto, que en definitiva es quién decide.

La izquierda ha de plantar cara a lo que viene, y lo que viene es una mayoría absoluta de la derecha sustentada por el apoyo de la extrema derecha, de ser así veremos como las exigencias de los catalanes quedan en nada comparadas con las que Vox pondrá encima de la mesa para la investidura de un nuevo Gobierno primero y para la gobernabilidad después.

Sean cuando sean las próximas elecciones generales los votantes de la izquierda han de movilizarse al máximo desde ya. Bastaría con que cada votante de izquierda convenciera a un indeciso para que una coalición de izquierdas gobernase España. Se hizo en febrero de 1936 y se debe reeditar en 2019, es vital.


Salud y República.



Benito Sacaluga






8 de febrero de 2019

CUARENTA Y CUATRO AÑOS PERDIDOS



(Imagen: Canarias Semanal)
Corría el mes de marzo de 1933, España era una República y la izquierda política española se impuso la tarea de llevar a la práctica los valores republicanos más esenciales: Libertad, Justicia Social y Solidaridad. Solo hacía dos años que la monarquía había sido desterrada y los terratenientes y el clero veían como día a día mermaban sus ancestrales privilegios, al mismo tiempo y al mismo ritmo que crecían los derechos y expectativas de la clase proletaria, de esos españoles que no disponiendo de medios propios de producción han de vender su fuerza de trabajo a cambio de un salario. Se creaban escuelas e institutos, el exacerbado analfabetismo que existía en España iniciaba una línea descendente. España dejó de tener una religión oficial (catolicismo), la iglesia perdía privilegios y su influencia adoctrinadora perdía fuerza. El Ejército permanecía en sus cuarteles, expectante. La gran labor de construir un nuevo estado y un proyecto de país moderno y democrático estaba en marcha y, aunque lentamente, el proyecto iba tomando cuerpo de realidad, esperanzando a esas clases proletarias a las que antes me he referido, y lo hacia muy al pesar de la derecha política, una derecha que más que una legitima oposición lo que anhelaba era una completa involución. En ese mes de marzo nacía la Confederación Española de Derechas Autónomas (C.E.D.A), integrada por 19 partidos nacionales, todos de derechas y todos católicos.

Pero ¿quién o qué era la CEDA y que pretendía?. Ante la reciente aparición de Vox y Ciudadanos (C's) y la salida del armario del Partido Popular (PP), y sus verdaderos objetivos, puestos día a día de manifiesto, es imposible abstraerse de lo que fue la CEDA, de la gran similitud de ésta con los tres partidos politicos citados. El líder de la CEDA, Gil Robles, bebió de los medios de propaganda política de los nazis, para ello visitó en varias ocasiones la Alemania de Hitler, asistiendo a congresos del partido nazi. Su ideología, la declarada, se basaba en un exacerbado contrarreformismo de signo católico, el antiliberalismo político y el fundamentalismo moral. 

Gil Robles, definía a su partido, a la CEDA, como una organización nacida para proteger a la religión, la familia y la propiedad, con el propósito firme​ de dar a España una verdadera unidad, un nuevo espíritu. Para Gil Robles, y según lo por él declarado, "...la democracia no es un fin sino un medio para la conquista del nuevo Estado. Cuando llegue el momento, ya sea a través del parlamento, la eliminaremos" . En los mítines de la CEDA, organizados al más puro estilo fascista​ de la época, se anunciaba con pasión una marcha sobre Madrid para hacerse con el poder por la fuerza. 

No son pocos los historiadores que han calificado a la CEDA como una organización de inspiración fascista. En el parlamento español nunca dejaron de apoyar abiertamente a los regímenes​ fascistas de Italia y Alemania. Con ese discurso y esos planes, la CEDA, en coalición con varios partidos, entre ellos el monárquico Renovación Española, obtuvo 115 escaños en las elecciones de noviembre de 1933, lo que la convirtió en la primera fuerza política del Parlamento, aunque sin escaños ni apoyos suficientes para formar Gobierno. No pudo formar Gobierno, pero si formar parte del constituido por el radical Lerroux, tres miembros de la CEDA fueron nombrados ministros. Comenzaron las paralizaciones, cuando no anulaciones, de las políticas sociales y económicas emprendidas, el Bienio Negro se adueñó de España.  A los pocos meses vino la fracasada huelga revolucionaria de octubre de 1934, y al mismo tiempo, en Barcelona, el Gobierno de la Generalidad de Cataluña presidido por Lluís Companys, de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), proclama el Estado Catalán, también fracasado, y sus líderes acaban en prisión. 

La izquierda tuvo que esperar a febrero de 1936 para desbancar a la derecha del poder, y lo hizo ganando una elecciones generales, una victoria conseguida gracias a la unión de las fuerzas de izquierda en un frente común, en el denominado Frente Popular. La derecha no quiso digerir la derrota e hizo lo que mejor sabe hacer, llevar a cabo un golpe de estado con el apoyo de parte del Ejército y la Iglesia. Lo que vino después, aunque ya todo el mundo lo sepa quiero recordarlo aquí, fue una guerra de tres años seguida de 40 años de dictadura. 

Hoy y ahora, 85 años después, el panorama politico español da la sensación de ser un "remake" de lo sucedido en 1933/1934, una nueva versión actualizada y a color de lo que llevó a España a un desastre total, deberíamos preguntarnos seriamente las razones de esta involución.

Se está produciendo un resurgimiento de la extrema derecha y esta vez no se puede atribuir a la República. Ha bastado la caída del Partido Popular, no por sus políticas nefastas e injustas, ha sido simple y llanamente por su extendida e incalculable corrupción, lo mismo le sucedió a la monarquía de Alfonso XIII. Se proclamó la República, y antes de que se pudieran recoger los frutos las ilusiones de millones de españoles fueron cortadas de raíz por el sable de un general de infantería, un sable pagado y afilado por la derecha política.

Hemos perdido 44 años (desde 1975) sin pasar a la acción, situados en una especie de lirismo republicano de salón. La República esta hoy convertida en una especie de museo de lo que pudo ser y no fue. Ha dejado de ser una opción en la calle y en el mundo politico. Solo Cataluña la sueña en serio y lucha por ella, mientras tanto, y sin pausa desde 1975, la derecha mancilla y ataca al republicanismo exactamente igual que lo hizo desde 1931 hasta 1975. Volvemos al pasado, los que nos acusan de querer quebrar España son los que finalmente la quebrarán, para que vuelva a ser su España, esa especie de cortijo reservado para las élites, el ejército y la iglesia, un lugar usurpado al pueblo donde poder hacer y deshacer a su antojo, sin importarles lo más mínimo los derechos de los proletarios españoles.

Lo peor de todo es que los planes de la derecha se llevarán a cabo con los votos de las clases trabajadoras, por siempre engañadas desde púlpitos y tribunas y hoy desde los medios de comunicación que de forma escandalosamente mayoritaria están en manos de las élites financieras.

El próximo domingo se reunirán en la capital de España todos y cada uno de los partidos politicos y asociaciones que conforman la derecha reaccionaria y profascista. En la plaza de Colón de Madrid, a los pies de una bandera de 300 metros cuadrados, veremos a los jefes de C's, PP, Vox, España 2000, Falange Española de las Jons, Democracia Nacional, Alternativa Española, Hogar Social..., y a sus pies, a los de sus jefes, veremos a miles de españoles vitorear la propuesta de derrocamiento del actual presidente del Gobierno, cueste lo que cueste. La bandera de España, la de su España, la de esa España egoísta y rancia que desde siempre ha combatido hasta con las armas a la libertad, a la justicia social y a la igualdad, será su inútil máscara, todos sabemos (que ironía) quién y qué hay detrás de esa bandera.

Desde la muerte del dictador han pasado ya 44 años, y a pesar de ese casi medio siglo transcurrido no hemos sido capaces, no ya de reinstaurar la República, sino de ni tan siquiera conseguir que se haga justicia a los que por su defensa fueron asesinados, (para colmo vemos como en Andalucía la aplicación de la Ley de Memoria Histórica ha quedado en manos de un partido profascista), ni tan siquiera hemos sido capaces de mandar los restos de Franco y su familia a una isla desierta de coordenadas desconocidas, y después dinamitar ese museo de los horrores que es el Valle de los Caídos. No hemos sido capaces de nada ello, y como consecuencia de nuestro fracaso el germen del totalitarismo sigue vivo en nuestra sociedad, y reproduciéndose sin que nadie haga nada por impedirlo.

Ante este lúgubre panorama podemos hacer dos cosas, callar y quedarnos en casa en las próximas elecciones (ya lo hemos hecho en Andalucía), o unirnos y llenar las calles y las urnas de votos para los partidos de izquierda, unos partidos, los de la izquierda, donde hay poco que elegir si verdaderamente sabemos distinguir entre los que se autodenominan de izquierda y los que realmente lo son.


Salud y República.


Benito Sacaluga.