De una y otra forma llevamos hablando de "La Transición" más de 40 años. Últimamente se acude a ella para ser utilizada en contra de todos aquellos que piden Verdad, Justicia y Reparación en relación con los crímenes del franquismo.
(1) La Transición española ha sido un ejemplo de cómo una dictadura puede perpetuarse en el tiempo sin que los responsables de la misma reciban castigo alguno. De cómo los verdugos, con la colaboración de la mayoría de los partidos de izquierda (PCE, PSUC y PSOE, entre otros) y los sindicatos CCOO y UGT, constituyeron las bases de una democracia secuestrada en la que sus privilegios se mantuvieron y las reglas del juego se acordaron para perpetuarse en el tiempo. Ahora hay una incorporación de caras nuevas a esa continuación de la Transición, en una operación ―potenciada por los poderes fácticos― de lavado de imagen de la mascarada que se inició en 1975, pero de lo que no se habla, lo que no se cuenta, lo que se oculta en los medios y en los debates es el número de víctimas que desde 1975 y hasta 1981 perdieron la vida.
(1) La Transición española ha sido un ejemplo de cómo una dictadura puede perpetuarse en el tiempo sin que los responsables de la misma reciban castigo alguno. De cómo los verdugos, con la colaboración de la mayoría de los partidos de izquierda (PCE, PSUC y PSOE, entre otros) y los sindicatos CCOO y UGT, constituyeron las bases de una democracia secuestrada en la que sus privilegios se mantuvieron y las reglas del juego se acordaron para perpetuarse en el tiempo. Ahora hay una incorporación de caras nuevas a esa continuación de la Transición, en una operación ―potenciada por los poderes fácticos― de lavado de imagen de la mascarada que se inició en 1975, pero de lo que no se habla, lo que no se cuenta, lo que se oculta en los medios y en los debates es el número de víctimas que desde 1975 y hasta 1981 perdieron la vida.
En total y durante el periodo 1975-1981 perdieron la vida 172 personas a causa de la represión política y policial, unas practicas del franquismo que se mantuvieron en el tiempo.
En esta y sucesivas publicaciones iré detallando lo que llevó a la muerte a algunas de estas víctimas olvidadas, comienzo aquí con cuatro de ellas:
Víctor Manuel Pérez Elexpe
20 enero 1975
El día 20 de enero de 1975, sobre las 6,30 de la mañana, Víctor salió de su casa en Portugalete, para «tirar» panfletos antes de ir a trabajar, en solidaridad con los trabajadores de la empresa Potasas de Navarra, que estaban en huelga. A pocos metros de su casa se encontró con el guardia civil de paisano, Narciso San Juan, que le mató de dos disparos. Víctor tenía 23 años, era militante del PC (i). Desde el Gobierno Civil y la Jefatura de Policía trataron de ocultar el crimen con una orquestada y burda campaña de mentiras, con el apoyo incondicional de la prensa del régimen.
FUENTE: CGT-LKN Bizcaia.
Manuel Montenegro Simón
1 mayo 1975
El primero de mayo de 1975, moría en Vigo, víctima de un disparo de un guardia civil, el trabajador de Unión Fenosa Manuel Montenegro Simón, de 42 años, quien se encontraba de servicio en la estación de El Troncal. Casualmente se asomó a la verja de cierre para contemplar los incidentes que se desarrollaban en la calle. Un año después, el tribunal de Justicia de la VIII Región Militar absolvía de toda culpa en esta muerte al guardia civil Justo Arias Sanfiz, autor material del disparo, que había actuado —según la sentencia— en cumplimiento de su deber. […] Según la sentencia, el guardia civil —que según testigos presenciales no vestía reglamentariamente— salió de su domicilio al advertir la presencia en la calle de una manifestación con banderas y panfletos “subversivos”, con el fin de reprimirla él solo; pero, “ante el peligro de verse arrollado”, hizo dos disparos, con su pistola, uno de los cuales alcanzó al obrero de Fenosa, ajeno por completo a los acontecimientos […].
FUENTE: Faro de Vigo / Mundidiario / ABC.
Koldo Arriola
23 mayo 1975
18 años, hijo único, celebra la cena de fin de curso con sus compañeros de clase, ya a las puertas de la Universidad. Salen al mundo cantando. Los 18 años se parecen a una canción y el mundo es un espacio ilimitado repleto de planes. Es el 23 de mayo de 1975, está decretado el estado de excepción y está prohibido formar grupos de más de 5 personas, así que suben a los coches en grupos de tres. Quieren acabar la noche en la discoteca y salen de Saturraran, en Motrico, hacia su Ondarroa natal. (Nota: En Saturraran había un balneario para gente bien, convertido luego en balneario para seminaristas que Franco convirtió en cárcel para mujeres de 1937 a 1944. Pasaron unas 2000 mujeres. Las carceleras eran monjas que castigaban a muchas reclusas en una celda en los sótanos que se llenaba de agua al subir la marea).
Entrando en Ondarroa, a la altura del cuartel de la Guardia Civil, un guardia les da el alto y se lleva a Koldo al interior del cuartel, ordenando a sus dos amigos a que sigan su camino. Los dos amigos se quedan cerca del edificio, inquietos. Oirán el disparo a quemarropa que efectúa el guardia civil Pedro Rodríguez. Ven a Koldo salir del cuartel, con la mano en el pecho, y como cae desplomado sin vida. A primera hora del día 24 llaman por teléfono a los padres de Koldo para que recojan su cuerpo en el depósito del cementerio. Allí lo ha trasladó la Guardia Civil en el camión de la basura, envuelto en una bolsa. La madre de Koldo, Zelestina, se presenta fuera de sí en el cuartel pidiendo explicaciones. Es sacada de allí sin contemplaciones.
Koldo Arriola será enterrado el día 25 con Ondarroa en huelga general e indignada por una versión oficial que presenta a un Koldo borracho que blasfema, insulta a la autoridad e intenta agredir a un guardia, produciéndose un forcejeo que acaba con el guardia en el suelo y un disparo accidental que mata a Koldo. No sólo no se abrirá investigación ni mucho menos se condenará a alguien, si no que se abrirán diligencias contra Koldo Arriola "por presunto delito de insulto a la Fuerza Armada".»
FUENTE: www.labocadora.blogspot.com
María Alexandra Lecket
27 mayo 1975
En mayo de 1975 dos ciudadanas alemanas fueron ametralladas en un control de la Policía Armada en las cercanías de Donostia. Una de ellas, Alexandra Lecket, falleció a consecuencia de las heridas cinco días después. Como no había motivo, aunque fuera irreal, la versión oficial apuntó a “la imprudencia de las turistas”.
FUENTE: Rebelión / Memoria-Iñaki Egaña
Benito Sacaluga
(1) Publicado por Grupo Libertario Pensamiento Crítico en su dossier "Los muertos de la Transición española 1975-1981"
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