31 de marzo de 2014

SOMOS POBRES





La pobreza es una situación o forma de vida que surge como consecuencia de la imposibilidad de acceso o carencia de los recursos para satisfacer las necesidades físicas y psíquicas básicas humanas, provocando un deterioro del nivel y calidad de vida de las personas que ocasiona carencias importantes en la atención de sus necesidades básicas tales como la alimentación, la vivienda, la educación o la asistencia sanitaria.

Según lo anterior y refiriéndonos a España, el índice de pobreza supera con creces los datos ofrecidos por Cáritas, unos datos derivados de una serie de encuestas en las que las respuestas estaban condicionadas en gran parte por el concepto que de pobreza tenían los encuestados y los que confeccionaron las preguntas de la encuesta. Montoro ha dicho que estos datos no son correctos y tiene razón, la realidad es que en España el porcentaje de pobres supera al de los que están próximos a serlo que somos todos. Las cifras de Cáritas se quedan cortas, muy cortas. Con esto de la pobreza pasa lo mismo que con la tercera edad y con la juventud, que nadie sabe exactamente cuando empieza la primera ni cuando acaba la segunda.

Una cosa es ser pobre y otra ser indigente. Indigente es aquel que ya no tiene ni para comer, ni para vestido y por supuesto tiene que pasar su vida en la calle salvo esas horas al día que pasan hacinados en un albergue durmiendo encima de una colchoneta. Bueno sería que el Gobierno segmentara las encuestas de pobreza y nos diera datos de los por él considerados pobres y de los perfectamente contabilizables indigentes, trabajo que podría hacer fácilmente y además salvar su responsabilidad a costa de los que saltan la valla de Melilla.

El incontinente Montoro nos dice que todo es relativo, puestos así él también es pobre si comparamos sus ingresos con los de Amancio Ortega, es más ante esta relatividad todos somos pobres, hasta nuestro monarca, que ya es decir. Solo le ha faltado decir a nuestro ministro que los pobres lo son porque quieren y que además son unos antipatriotas porque no pagan impuestos, de haberlo dicho a nadie le hubiera extrañado demasiado. Haciendo una pequeña trampa, según Montoro España está llena de ricos, es decir de no pobres, los ricos son mayoría. Sería conveniente que los señores de la RAE se afanasen en buscar una palabreja para definir a aquellos no pobres que tampoco son ricos, yo les propongo incluir "burgopobres" en el diccionario. El Partido Popular, que confunde el estado del bienestar con el bienestar del Estado, dentro de poco aprobará un decreto redifiniendo a las clases sociales españolas: Clases Altas, clases medías, clases bajas, clases pobres y clases no contribuyentes ( lo de indigentes se maquillará con la inestimable ayuda de su cinismo).

Si Montoro supiese que en una familia de cuatro miembros se gastan al día dos euros en pan, dos euros en el recibo de la luz y una media de cuatrocientos euros en la hipoteca o en el alquiler llegaría fácilmente a la conclusión de que con un salario mínimo de seiscientos y pico euros no se es pobre, se es indigente. No digamos ya si son los abuelos, pensionistas o no, los que proporcionan mesa y cama. Lo "bueno" de todo esto es que dentro de poco serán exclusivamente los ricos los que paguen los impuestos, cosa que consideraran completamente injusta y solicitaran  a Montoro que situé en  el nivel de pobreza libre de impuestos a todos aquellos que ganen menos de 100.000 euros al año, Montoró, en ese momento, contratará a un grupo de expertos, el cual después de seis meses de sesudas deliberaciones y estudios aceptaran las propuestas de los ricos y para compensar la disminución de los ingresos por impuestos aconsejaran la construcción de un túnel de peaje que una Las Palmas de Gran Canaria con Ayamonte o un canal al estilo Panamá que permita a los barcos mercantes y cruceros turísticos atravesar la península desde Lisboa a Barcelona y así aprovechar, de paso, los aeropuertos que en buen número se encuentran en la ruta y actualmente cerrados.

Somo pobres, ya lo creo, diga lo que diga Montoro, y lo malo es que hemos llegado a este lamentable estado para quedarnos a no ser que digamos basta.

Benito Sacaluga.









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