18 de diciembre de 2013

FASCISTA, PERO NO CONTUMAZ





Mariano Rajoy acaba de declarar en público que no es un fascista contumaz, declaración que nos viene a decir que es un fascista moderado, y todos sabemos que la moderación está reñida con el fascismo. Contumaz o no, acaba de reconocer que es un fascista. Si tenemos en cuenta que el fascismo tiene como principal objetivo la instalación de un corporativismo estatal totalitario y una economía dirigista y repasamos lo que ha hecho Rajoy desde que llegó al poder no nos costará ningún trabajo darle la razón sobre su ideología política: Todo en el Estado, nada contra el Estado, nada fuera del Estado.


Si a su declaración unimos que según él, Manuel Fraga fue uno de los políticos más grandes del siglo XX, cualquier duda sobre la vocación totalitarista de Rajoy queda despejada. Si recordamos que Rajoy declaró que  "En Fraga vi un ejemplo para superar la crisis actual" deberemos empezar a dudar que las políticas de Rajoy estén exclusivamente impuestas por Alemania.

A pesar de que el movimiento fascista italiano renunciaba a ocupar cualquier posición entre la izquierda o derecha política y que su alianza con las clases económicas poderosas era prescindible, no lo era así la defensa a ultranza de los valores tradicionales, de la patria. En el caso de Rajoy su posición dentro de la derecha más conservadora, monárquica, católica y por tanto capitalista forma parte de su identidad y orgullosamente lo reconoce, haciéndonos comprender que estamos ante una especie de neofascismo a la española en el que solo el capital queda fuera del control del Estado, a diferencia del fascismo italiano que obligaba al poder económico a actuar bajo las directrices del gobierno. Una falta de control sobre los poderes económicos que en el caso de Rajoy ha supuesto que sean estos poderes los que controlen el Estado.

Teniendo en cuenta alguna de las leyes aprobadas o en fase de aprobación que Rajoy ha elaborado, la proximidad al fascismo italiano de sus políticas es más que evidente. Con la Reforma Laboral y la Ley de Seguridad Ciudadana ha cercenado la capacidad reivindicativa de los sindicatos, restringiendo las relaciones capital-trabajo y  potenciado el puesto de liderazgo de las empresas; con sus políticas de privatizaciones de servicios básicos como la Sanidad, pone la semilla para la aparición de mafias monopolizantes entre las empresas favorecidas. Con la rebaja de las prestaciones sanitarias obligatorias y del número de ciudadanos con derecho a ser atendidos por la Sanidad Pública aligera la cuenta de gastos de las empresas que finalmente transformaran la Sanidad en un negocio privado. Su nueva ley sobre el aborto no es más que otra demostración de su vocación totalitarista, al querer intervenir en los aspectos más privados de la vida del individuo. Con la nueva ley sobre educación el adoctrinamiento fascista está asegurado.

Por supuesto Rajoy también ha caído en la tentación fascista de equiparar al Pueblo con el Estado, olvidando que el Estado es del Pueblo. En una declaraciones marcadas por un populismo fascistoide sobre la crisis,  nos decía que:  “pasaremos dificultades, muchas, pero no vamos a desfallecer porque sabemos de lo que son capaces los españoles”, y yo me pregunto ¿que es lo que quería decir?, quizás se refería a nuestra predisposición a ser dominados, quizás se refería a que hemos sido capaces de sobrevivir al franquismo, quizás a nuestra capacidad de sufrimiento y silenciosa sumisión.....Me pregunto también a que españoles se refería, puede que me equivoque pero creo que se refería a las clases trabajadoras, no al poder financiero y empresarial a los que les ha entregado dinero y poder, tampoco a la clase política. Buena arenga para ser pronunciada antes de una batalla, para luego quedarse en la cima de una colina viendo como la soldadesca lucha por su señor. 

Mientras todo esto pasa, poco a poco vamos saliendo de la crisis, dentro de un par de años, o antes quizás, lo que para nosotros hoy es una crisis se habrá convertido en una situación normal y aceptada, nos habremos acostumbrado a sobrevivir tal y como lo hicimos con el franquismo y hasta agradeceremos al Estado poder llevarnos un  trozo de pan a la boca. Todo volverá a estar controlado por el Estado y habrá paz, la misma paz que hubiera existido en 1808 si los madrileños no se hubiesen lanzado a la calle a luchar contra las tropas francesas, ¿es lo mismo paz que dominación?; No creo que Rajoy se refiriese al dos de mayo cuando hablaba de aquello de lo que los españoles somos capaces, pero debería tenerlo en cuenta, yo lo haría.

Benito Sacaluga.







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