25 de septiembre de 2019

VOTEMOS A FRANCO


Imagen: Fundación Nacional Francisco Franco (2011)
Parece que los restos de Franco van a salir del Valle de los Caídos, y digo parece por la sencilla razón de que aunque así lo haya autorizado el Tribunal Supremo, teniendo en cuenta como se las gasta esta democracia, yo hasta que no lo vea no lo creeré. Más vale que el Gobierno se dé prisa, como después del 10N la derecha llegue a gobernar lo mismo el gallego se queda donde está, cosas más raras hemos visto...y las que nos quedan por ver.

Lo que viene a continuación puede que parezca una broma, tomarlo en tono irónico si queréis, quizás solo sea un desahogo, quizás un simple y burdo ejercicio de memoria, o una descabellada pesadilla fruto de mi, cada día más acentuada, desconfianza en los politicos actuales, pero al menos, sin tomarlo al pie de la letra, aceptarlo como posible, ya pasó en 1936, entonces hizo falta una guerra, hoy los métodos son otros.

Ahora que lo normal es que en cada convocatoria electoral se incorporen partidos nuevos, aconsejo a los franquistas que hagan lo propio y concurran a los próximos comicios, así por las buenas, sin complejos y sin incomodas coaliciones, y para que el electorado no tengan problemas a la hora de identificarles propongo que el partido se denomine FFF (Franco, Franco, Franco). 

Si los de FFF ganasen las elecciones se acabarían todos los problemas que hoy nos tienen sin dormir. En poco tiempo, en meses, ya no tendriamos que molestarnos en ir a votar, tampoco tendríamos que soportar interminables campañas electorales, solo tendríamos que ir de vez en cuando a la Plaza de Oriente a mostrar nuestra inquebrantable adhesión al nuevo Caudillo, que, ¿porqué no?, debería ser alguno de los nietos de Franco, sin duda los mejores portadores de los valores de su abuelo.

Con FFF en el gobierno podemos estar seguros de que los canales de TV quedarían reducidos a dos o tres, todos estatales por supuesto, y los diarios volverían a recuperar el esplendor de los Arriba, Ya y ABC de la dictadura. En tan solo un consejo de ministros se acabaría con la inmigración, con las leyes de igualdad, con el Estatuto de los Trabajadores, con UGT y con CC.OO...y con esos centenares de partidos politicos repartidos `por toda España. Nuestros jóvenes encontrarian su futuro al hacer el Servicio Militar y nuestras Fuerzas Armadas y Cuerpos de Seguridad convocarían decenas de miles de plazas. El sector de la construcción experimentaría un nuevo auge gracias a la construcción de cárceles, comisarías,  pantanos, cuarteles y residencias para el Opus Dei. Los colegios estarían todos en manos de la Iglesia Católica. Las caballerizas de la policía nacional verían llenas sus instalaciones de nuevos equinos para ser destinados a la vigilancia de las universidades. Se acabarían las huelgas. Volvería la pena de muerte. La Seat relanzaría el 600 como la versión española del coche del pueblo. Las mujeres se quedarían en sus casas, siempre a las órdenes de sus padres o maridos y volvería eso de "la maté porque era mía". La violencia de género quedaría legalizada.  Los homosexuales llenarían las cárceles. Los niños se podrían comprar en las maternidades. Volvería el Instituto Nacional de Industria (INI) para nacionalizar todas las empresas estratégicas. Billy el Niño sería nombrado director de la nueva Brigada Político Social y se reinstauraría el Tribunal de Orden Publico, los politicos independentistas serían encarcelados y condenados a muerte... y tantas otras cosas más.

En definitiva, España y todos los españoles gozariamos de un gobierno estable, eso que al parecer ahora se antoja tan imposible como deseado e imprescindible. La Democracia Orgánica de 1942 volvería y lo solucionaría todo. 

Estar seguros de que FFF obtendría un buen resultado en las urnas. Los españoles somos así. Ya lo acuñaron los franquistas allá por 1963 : "Spain is different".

Todo lo que "volvería" debería hacernos pensar en lo que tenemos y actuar para al menos no perderlo. No olvidemos que ha sido la izquierda el motor de los cambios. No olviden los lideres de los partidos politicos de izquierda que la desunión, su fragmentación, es la principal arma de la derecha para hacerse con el poder. Solo una cosa más, me niego a reconocer al actual PSOE como un partido de izquierda, por algo será. 


Salud y República.



Benito Sacaluga











20 de septiembre de 2019

SI GANASE LA DERECHA



El chulo de la pista
Imagen: ctxt / la boca del logo 14/09/2019
Dice Pedro Sánchez que un gobierno de coalición con Unidas Podemos le quitaría el sueño. Lo que no dice es que su "sueño" es gobernar sin más ataduras que las que le exigen y  exigirán los poderes económicos. .

Traicionar a la izquierda nunca ha dado buenos resultados, venga la traición de donde venga. Desde hace tiempo la izquierda está harta de ir por la vida con un brazo atado a la espalda, sobre todo aquellos votantes del PSOE cuya ideología e ideas están asentadas en los principios socialistas, pero que, a pesar de  las muchas evidencias que lo desaconsejan, siguen apoyando a un partido que repudia sin rubor a aquellas otras  formaciones cuyos objetivos principales son la justicia social y la igualdad, en definitiva crear una sociedad en la cual exista una igualdad política, social y económica de todas las personas, esto último es el fin primero del socialismo con mayúsculas, unos principios situados en el extremo contrario de la deriva liberal que está adoptando este PSOE. Del PSOE y de su posición ante la República mejor ni hablamos.

La negativa de Sánchez a formar gobierno en coalición con Unidas Podemos nos ha llevado a nuevas elecciones generales. Ahora que ya el sueño de Sánchez no se ve interrumpido por la fracasada coalición sería lógico pensar que él y los suyos, su directiva, podrán dormir plácidamente, pero no es así. El PSOE ha abierto la caja de las esperanzas de las derechas, unas esperanzas de formar gobierno que son totalmente realizables. 

Las tres derechas (PP, C's y Vox) brindan en sus sedes por la oportunidad regalada. El Partido Popular lee la historia y propone una alianza (España Suma), un remedo de lo que en 1933 ya llevaron a cabo la derecha y los monárquicos, la nefasta Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA), responsable del Bienio Negro y de la Revolución de Octubre. Fijémonos que en aquellos tiempos la CEDA tenía enfrente a una izquierda fuerte, y en que hoy la pretendida coalición de derechas que propone el PP se enfrenta a una izquierda enfrentada y difusa.

En estos momentos Sánchez dormirá mal, tiene dos motivos para no poder pegar ojo, por un lado un posible resultado electoral que aumente significativamente el número de escaños de Unidas Podemos y sus confluencias, agravado por un estancamiento o retroceso del PSOE, y por otro lado unos resultados que den a la derecha la aritmética suficiente para formar gobierno. De darse cualquiera de los dos supuestos Sánchez debería dimitir de todos sus cargos y desaparecer de la vida política. Si no lo hace voluntariamente será su partido quién (otra vez) le pondrá delante el "finiquito", y Pedro Sánchez pasará a la historia como el presidente más inútil de la democracia y el más nocivo secretario general del PSOE desde su fundación. 

Para conciliar el sueño, Sánchez se acuesta pensando en el posible caudal de votos que va a cosechar de las filas de Ciudadanos, y hasta que los votantes de la izquierda real van a elegir la papeleta del PSOE o se van a abstener, al mismo tiempo que se niega a aceptar que parte de sus votantes, totalmente decepcionados, pueden dar su confianza a la izquierda. Sueños al fin y al cabo. 

Lo malo de todo esto, para las izquierdas y los españoles de a pié, es que Sánchez y su PSOE retomen ahora la propuesta que Felipe González, viendo agonizante al bipartidismo, hizo a M.Rajoy en 2014, una propuesta de gran coalición entre PP y PSOE, "para responder a lo que "España necesite en cada momento", propuesta que, paradojicamente, el expresidente lanzaba desde su despacho de consejero de Gas Natural.

Sánchez necesita un correctivo, y los trabajadores españoles siguen necesitando que sus derechos se vean reconocidos e incrementados, para conseguirlo y evitar que la derecha, el capital y la iglesia retomen el poder, para evitar una nueva CEDA, hay que llenar las urnas con las papeletas de los partidos de izquierda y no volver a dejarse engañar por ese PSOE irreconocible que hoy desde Moncloa se dedica a hacer sus cuentas dejando las de los españoles en un cajón.

Salud y República


Benito Sacaluga.


9 de septiembre de 2019

EL PSOE Y LOS ROJOS




Imagen: generador de memes.com
Corría el mes de enero de 1939, el traidor y golpista Casado (Coronel Segismundo Casado López), recibe del cuartel general de Franco, a través de los quintacolumnistas de Madrid, una serie de "ofertas" en base a una rendición  inmediata de la República. 

Días más tarde, el cinco de febrero, Franco reconsidera sus concesiones y hace entrega de una nueva misiva:
"Tenéis la guerra totalmente perdida. Es criminal toda prolongación de la resistencia. La España Nacional exige la rendición incondicional del ejército rojo"
Lo que pasó después todos lo sabemos, o deberíamos saberlo. Unamos a esto las declaraciones de Julian Besteiro del 15 de noviembre de 1938 ante la Comisión Ejecutiva del PSOE:
"La guerra ha estado inspirada, dirigida y fomentada por los comunistas"…. "si la guerra se ganara, España sería comunista".

Os preguntareis a que viene ahora lo anterior, pues bien, empiezo por el final: La palabras de Besteiro, aparte de una barbaridad sin fundamento alguno, son una confirmación más del enfrentamiento ancestral que existe entre el PSOE y los comunistas, motivo por el cual el partido de Ferraz no quiere ni oír hablar de un gobierno de coalición con Unidas Podemos. Lo que le ofreció en julio pasado no fue más que un farol, como el de Franco a Casado. No me recordéis lo del Frente Popular del 36, aquello fue una coalición electoral de 17 partidos y además estaba dirigida por el líder de los republicanos de izquierda, por Manuel Azaña.

Lo de Franco y Casado me ha venido a la cabeza ante la posición de fuerza del PSOE, exigiendo, si exigiendo, a Unidas Podemos la rendición total bajo la supuesta amenaza de que de repetirse las elecciones UP vería reducida de forma contundente su representación en el Congreso; una rendición sin condiciones, por mucho que el programa de gobierno que el PSOE ha puesto encima de la mesa pueda parecer algo más que una trampa. 

En esta situación Pablo Iglesias lo tiene más fácil que Pedro Sánchez, solo tiene que consultar a sus bases sobre si se acepta la rendición, Pedro Sánchez solo consultará a su gurú Iván Redondo sobre la decisión a tomar, mientras que por la noche le pone velas a los santos y santas para que Albert Rivera le llame y le diga que le quiere. Allá él y allá ellos.



Benito Sacaluga.