Después de verle los calcetines a Pedro Sánchez delante de Gloria Lomana y escuchar sus respuestas a las prefabricadas preguntas que le formularon, he llegado a la conclusión de que este señor no se ha enterado de nada. Ni se entera de lo que pasa en Cataluña, ni de lo que pasa en el PP, ni de lo que pasa en los juzgados de media España, ni de lo que pasa en la calle, ni de lo que pasa en ese partido del que es secretario general, y lo malo de no enterarse de los problemas es que difícilmente puedes ni tan siquiera intentar resolverlos.
Nos dice que no le va a temblar el pulso para acabar con la corrupción en el PSOE, pero nada dice sobre las medidas que ya debería haber puesto en marcha. Nos dice que aquellos que deban comparecer acusados en un juicio deberán afrontar sus responsabilidades políticas y.... dimitir. Toda una firmeza de pulso cuando deja en manos de los presuntos delincuentes las tijeras para romper el carnet, en lugar de sumarse a la acusación y de un plumazo ponerles en la calle, quieran o no quieran. No se lo que opinará de esto uno de sus mentores, el inefable Pepiño Blanco. Afirma que "forzará" la dimisión de Chaves y Griñán si llegan a ser procesados por caso de los ERE, lo mismo les amenaza con suspensión de empleo y sueldo, o lo mismo les ofrece una indemnización en diferido.
Nos cuenta que Mas le ha dicho que no celebrará la consulta indenpendentista fuera de un marco legal, algo que por activa y por pasiva Mas ya ha expresado en todos los medios y desde hace días. Acto seguido afirma que está al lado del PP en el tema soberanista de Cataluña, y lo está, dice, sin saber que es lo que Rajoy tiene pensado para evitar la consulta, osea que le ha dado un cheque en blanco a Rajoy para intervenir, sea como sea la intervención. Se muestra partidario de una reforma de la Constitución para darle a Cataluña el status legal de Nación, como si a los independentistas esto les importase lo más mínimo.
Se manifiesta contrario al envío de tropas a Irak, olvidando que fue su partido quien nos metió a todos los españoles en la OTAN y que los compromisos hay que cumplirlos, aunque nos pese. Un brindis al sol. Nada nuevo sobre economía, se limita a criticar las ayudas a la banca española pero desde su grupo en el Congreso no se impulsa una comisión de investigación sobre la aplicación de las ayudas y la identidad de los verdaderos beneficiados. Rechaza la amnistía fiscal, pero se niega a exigir rotundamente al Gobierno la lista de los defraudadores. Se muestra partidario de las nuevas políticas de recortes en Francia en base a que en el país vecino la tasa de paro es "solo" del 10%, sin pararse a pensar que dichas políticas aumentarán la tasa de paro, al igual que ha sucedido en España.
Como no podía se de otra forma se lanza en tromba contra Podemos. Lo de siempre, populismo, chavismo, indefinición ideólogica, ( quién fue a hablar), sin dejar de avisar que su llegada al poder significaría la ruina para España, como si no estuviéramos ya en ella. Termina afirmando que lo que España necesita es un gobierno socialista, y tiene razón, pero se olvida de que el PSOE hace décadas que dejó de ser socialista para incluirse en ese eufemismo de centro derecha liberal que denominan socialdemocracia. Antes pactaría con el PP que con Podemos, y lo hará.
Por supuesto de hablar de República nada de nada.
Puede que yo sea un descerebrado, un ignorante, pero detrás de Sánchez veo a Felipe Gonzalez y a la vieja guardia del PSOE, y a Sánchez le veo como una suerte de marioneta necesaria cuyos ventrílocuos están ocultos detrás de las bambalinas de este teatro del absurdo en que el PSOE ha convertido al socialismo español, un teatro al que cada día que pasa acuden menos espectadores a causa de lo incomprensible y aburrido del guión, por mucho que cambien al actor principal.
Que pena que el PSOE no recupere sus orígenes y las ideas que le convirtieron en un partido de los trabajadores, si así fuera España sería republicana en 2015.
Benito Sacaluga.
Nos cuenta que Mas le ha dicho que no celebrará la consulta indenpendentista fuera de un marco legal, algo que por activa y por pasiva Mas ya ha expresado en todos los medios y desde hace días. Acto seguido afirma que está al lado del PP en el tema soberanista de Cataluña, y lo está, dice, sin saber que es lo que Rajoy tiene pensado para evitar la consulta, osea que le ha dado un cheque en blanco a Rajoy para intervenir, sea como sea la intervención. Se muestra partidario de una reforma de la Constitución para darle a Cataluña el status legal de Nación, como si a los independentistas esto les importase lo más mínimo.
Se manifiesta contrario al envío de tropas a Irak, olvidando que fue su partido quien nos metió a todos los españoles en la OTAN y que los compromisos hay que cumplirlos, aunque nos pese. Un brindis al sol. Nada nuevo sobre economía, se limita a criticar las ayudas a la banca española pero desde su grupo en el Congreso no se impulsa una comisión de investigación sobre la aplicación de las ayudas y la identidad de los verdaderos beneficiados. Rechaza la amnistía fiscal, pero se niega a exigir rotundamente al Gobierno la lista de los defraudadores. Se muestra partidario de las nuevas políticas de recortes en Francia en base a que en el país vecino la tasa de paro es "solo" del 10%, sin pararse a pensar que dichas políticas aumentarán la tasa de paro, al igual que ha sucedido en España.
Como no podía se de otra forma se lanza en tromba contra Podemos. Lo de siempre, populismo, chavismo, indefinición ideólogica, ( quién fue a hablar), sin dejar de avisar que su llegada al poder significaría la ruina para España, como si no estuviéramos ya en ella. Termina afirmando que lo que España necesita es un gobierno socialista, y tiene razón, pero se olvida de que el PSOE hace décadas que dejó de ser socialista para incluirse en ese eufemismo de centro derecha liberal que denominan socialdemocracia. Antes pactaría con el PP que con Podemos, y lo hará.
Por supuesto de hablar de República nada de nada.
Puede que yo sea un descerebrado, un ignorante, pero detrás de Sánchez veo a Felipe Gonzalez y a la vieja guardia del PSOE, y a Sánchez le veo como una suerte de marioneta necesaria cuyos ventrílocuos están ocultos detrás de las bambalinas de este teatro del absurdo en que el PSOE ha convertido al socialismo español, un teatro al que cada día que pasa acuden menos espectadores a causa de lo incomprensible y aburrido del guión, por mucho que cambien al actor principal.
Que pena que el PSOE no recupere sus orígenes y las ideas que le convirtieron en un partido de los trabajadores, si así fuera España sería republicana en 2015.
Benito Sacaluga.
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