Imagen: El Jueves |
Aznar y Casado, Casado y Aznar, demostrando cada día su interés por manipular la historia, uno desde su carrera hacia la Moncloa con el apoyo de la extrema derecha y el otro moviendo los hilos para que su delfín lo consiga, que a efectos prácticos sería, más o menos, como si lo lograra el mismo.
Aznar, en su presentación del libro sobre el radical Alejandro Lerroux, de título "Lerroux. La república liberal", editado por FAES, o sea sobre un tema que podría encuadrarse como perteneciente a la Memoria Histórica, se contradice a si mismo y suelta lo siguiente:
"Hay quienes no quieren superar el pasado, sino que por el contrario quieren recrearlo. Quieren ganar 80 años después guerras que los españoles ya no libran, con estigmas que ya no reconocen y con un relato de división y descrédito"
Lo que viene a poner de manifiesto la clase de "pasado" y "memoria" que Aznar reivindica y también la que no quiere recordar. El gran líder de las guerras en las que nunca participó, se remonta a lo ocurrido hace 85 años para dar su particular opinión sobre el proceso que se sigue en el Tribunal Supremo sobre el 1-O catalán. Y lo hace retorciendo lo ocurrido en España el seis de octubre de 1934, cuando Lluis Companys, líder de ERC, proclamó la República Catalana ante la ocupación del Gobierno central por la CEDA, y tras conocer el anuncio del gobierno de Lerroux de declarar el estado de guerra en toda España.
Una proclamación que fue sofocada por el ejército y que además supuso la suspensión indefinida de la Autonomía catalana, propuesta por la CEDA y aprobada en Ley del 14/12/1934. La CEDA consideró insuficiente la suspensión indefinida y exigió la derogación del Estatuto de Autonomía de Cataluña. Entre otras medidas tomadas, la Generalitat fue sustituida por un Consejo de la Generalidad designado por el Gobierno y con un presidente denominado gobernador general de Cataluña, puesto que recayó en un militar que ya ejercía como presidente accidental de la Generalitat desde el día posterior a la proclamación llevada a cabo por Companys. Se clausuró el Parlamento de Cataluña y alrededor de cien ayuntamientos fueron disueltos siendo sustituidos por comisiones gestoras integradas por políticos de derechas, Bien, esto es lo que pasó, y parece que es lo que el PP, C's y Vox pretenden que vuelva a pasar. Esa y no otra es la solución que hoy proponen sobre el asunto catalán, la misma que se adoptó en 1934, a esto si que lo llamo yo ser conservadores.
Al igual que se está haciendo hoy en el juicio de 1-O, Companys y sus colaboradores fueron acusados de rebelión y juzgados. Entonces resultaron todos condenados a treinta años de reclusión mayor e inhabilitación absoluta. Companys y dos de sus consejeros fueron trasladado al penal de El Puerto de Santa María (Cádiz), en tanto que el resto de consejeros eran internados en la cárcel de Cartagena. Unas condenas que hoy aplaudirían PP, C's y Vox si se aplicasen a los que están siendo juzgados en el Supremo, e incluso les parecerian escasas.
Aprovecha Aznar para recordarnos que los líderes independentistas fueron indultados cuando la izquierda recuperó el Gobierno, advirtiendo del peligro de que un gobierno del PSOE haga mañana lo mismo con Junqueras y compañía, que los indulte, así lo explicita:
"....la campaña de indultos ya se hizo en el 34 con los antecesores de los que se sientan en el banquillo del Tribunal Supremo"
Efectivamente los líderes catalanes fueron indultados. Indultos que llegaron en 1936 tras la victoria en las urnas del Frente Popular y multitudinarias manifestaciones por toda Cataluña. Los indultos llegaron de la mano del gobierno que Azaña presidía, mediante la aprobación de un decreto de amnistía por la Diputación Permanente de las Cortes.
Lo que no nos dice este nuevo "Guerrero del Antifaz" que es Aznar, es lo que se hizo con estos politicos catalanes tan solo dos años después. Llevada a efecto la sublevación militar contra la República de 1936, tuvieron que irse al exilio al igual que decenas de miles de catalanes. Con la II GM en marcha y París ya en manos de los nazis, Ramón Serrano Súñer, ministro de la Gobernación, envió a Francia al secretario general de la Dirección General de Seguridad, con el objetivo de localizar a los dirigentes republicanos que aún estaban en Francia, conseguir su captura y entrega a España. Gracias a la documentación incautada, que el 8 de agosto las autoridades de la zona de ocupación alemana recibieron de España, con una lista de 800 nombres para su detención y entrega a las autoridades franquistas, el 13 de agosto agentes alemanes de la Gestapo detuvieron a Companys en una casa de La Baule-les-Pins, junto a Nantes, y lo entregaron a la dictadura franquista el 29 de agosto de 1940.
Tras ser torturado, en un juicio sumarísimo, a lo franquista, Companys fue considerado culpable de "Adhesión a la rebelión", y tras pocas horas de juicio Companys fue condenado a muerte, siendo fusilado al alba del día siguiente.
Volviendo a la charla de Aznar y al panorama que sus discípulos nos ofrecen, podemos observar las coincidencias entre lo que hicieron Lerroux y la CEDA en 1934 y lo que la derecha española quiere hacer hoy:
- Aznar y los suyos quieren emular a la CEDA de 1934, suspender indefinidamente la Autonomía catalana y sustituirla por una gestora a ser posible dirigida por un militar.
- Aznar y los suyos quieren impedir a toda costa que Sánchez siga el camino de Azaña e indulte a los politicos catalanes.
- Si finalmente se lleva a cabo el indulto y Aznar y los suyos llegan al poder, pondrán en marcha la operación que Franco aplicó a Companys, como ya no existe en España la pena de muerte para personas físicas, según ellos mismos han manifestado aplicarán la "pena de muerte" a los partidos independentistas, los ilegalizaran, y además también a todos los de ideología marxista.
Al margen de lo anterior, y recordando que lo dicho por Aznar es durante su presentación de un libro sobre el radical Alejandro Lerroux, solo decir que dicho politico se exilió a Portugal un día antes de iniciarse la Guerra de España, país desde donde mostró inequívocamente su inquebrantable adhesión al "Caudillo" y a la sublevación militar.
Aznar, Casado, Rivera, Abascal... de buen grado derogarían la actual Ley de la Memoria Histórica, eso si, para sustituirla por su particular ley en defensa del franquismo, ya lo ha dejado caer Casado, la marioneta de Aznar, anunciando la derogación de la LMH, para ser sustituida por una ley de la Concordia, desde luego redactada por franquistas, negacionistas y revisionistas de corto y medio pelo. De momento en Andalucía ya están en ello, tal y como les ha exigido Vox.
Salud y República.
Benito Sacaluga
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