28 de enero de 2020

FRACASA EN MADRID EL PROYECTADO ALZAMIENTO MILITAR



(1) 20 de julio de 1936.- Ya no hay duda: el alzamiento militar ha sido derrotado en Madrid. A mediodía de hoy ha sido ocupado el Cuartel de la Montaña.

El general Fanjul ha sido detenido y corre la misma suerte el general García de la Herrán que se había sublevado en el Cuartel de Artilleros de Carabanchel. Parece que ha faltado cuidado y responsabilidad en la preparación del alzamiento y que muchos de los jefes y oficiales dispuestos a levantarse contra el Gobierno ni siquiera fueron informados de lo que tenían que hacer. Además, tanto la Guardia Civil como la Guardia de Asalto se han mantenido firmes en su fidelidad al gobierno republicano. Sumaban más hombres que los militares sublevados, han demostrado mejor preparación para la lucha y han contado con la entusiasta colaboración de los milicianos a los que se facilitaron armas.

Cuartel de la Montaña

La dirección del asedio al Cuartel de la Montaña había sido confiada al teniente coronel del Parque de Artillería Rodrigo Gil Ruiz, verdadero artífice del triunfo republicano y de la consiguiente derrota de los facciosos.

Rodrigo Gil entregó a los paisanos luchadores de izquierdas cinco mil fusiles. Con soldados del Parque, fuerzas de la Guardia Civil y de Asalto y numerosos civiles emprendió el ataque al Cuartel que resistió a pesar de encontrarse rodeado y sin ayuda posible.

En la mañana del día 20, fueron emplazados dos cañones que empezaron a disparar contra la fortaleza; un avión de la base de Getafe descargó algunas bombas y, a mediodía ante la inutilidad de la resistencia y la poca habilidad de algunos de los soldados, se alzó bandera blanca.


El pueblo armándose con fusiles
Imagen: Getty Images

(2) Rodrigo Gil Ruiz. (Madrid 16.I.1879 – ?)

Hijo de un conserje del Palacio Real de Madrid, a los diecisiete años sentó plaza como artillero voluntario, en el Regimiento de Artillería de plaza de Manila (Filipinas), para ingresar el año siguiente en el real colegio de Segovia, donde, tras finalizar sus estudios fue promovido a primer teniente en 1901.

Tras algunos destinos en Segovia, Barcelona y Menorca, deja pronto el servicio activo, todavía con el empleo de teniente, para ingresar como ingeniero geógrafo en el Instituto Geodésico y Catastral, hasta que en 1929, ya como comandante reingresa en el Ejército.

Al producirse la sublevación republicana de Jaca, en 1930, asume la defensa de alguno de los procesados y ya empieza a destacar por sus ideas claramente izquierdistas.

Nombrado en 1934 jefe del Parque de Artillería de ejército n.º 1 en Madrid, continuaba en este puesto cuando se produce el alzamiento militar del 18 de julio de 1936 y colabora en armar a las milicias de los partidos y sindicatos de izquierdas, que acuden a asaltar el cuartel de la montaña, donde además organiza la recogida de los cerrojos del armamento de los muertos, heridos y prisioneros.

Al poco tiempo de empezar la guerra es nombrado subsecretario del Ministerio de la Guerra, en el primer Gobierno de Casares Quiroga, pero su permanencia en el cargo no llegó a los dos meses, reintegrándose después a su destino en el Parque de Artillería.

Se desconocen sus vicisitudes al finalizar la contienda.

Se da la curiosa circunstancia de que este oficial, pese a desarrollarse su carrera en una época en que el Ejército español participó en las guerras de Cuba y Filipinas primero, en las campañas africanas después y en la de 1936 a 1939 finalmente, es de los contados oficiales de su generación en cuya hoja de servicios figura en el apartado de valor “se le supone”.

Juan Ignacio Salafranca Álvarez
Fuentes: Archivo General Militar (Segovia), exps. personales.




(1) Diario16. Crónica de Madrid. Editado por Plaza & Janes (1991).
(2)  Real Academia de la Historia.



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