Alguien a dicho que hoy Madrid se despertó llorando. La noticia de la muerte de Manolo Tena se nos ha arrojado a la cara como una piedra, su impacto ha cambiado de sitio las páginas de nuestros recuerdos, nos ha hecho más jóvenes intentado recordar con exactitud las letras de sus canciones.
Su brutal ausencia ha sacado de mis baúles muchos de los sentimientos más endiabladamente preciosos de mi vida. Amor y pena se han dado la mano, han vuelto a mis casilleros de oro sensaciones que he intentado olvidar, ahogar, ahora veo que inútilmente.
Mucho fue el tiempo que cuidamos su ausencia y poco, muy poco, aquel que hace nada nos regaló en 2015 con su siempre esperado regreso.
Tan cansado de esperarte y tan ansioso de abrazarte,como
ayer
y tan loco por tenerte, tan febril, tan impaciente,como ayer. (1)
y tan loco por tenerte, tan febril, tan impaciente,como ayer. (1)
Un regreso fugaz que a aquellos que le admirábamos nos hizo sentir las mismas cosas que nos alentaron cuando su vida y la nuestra corrían en paralelo, allá por el ocaso de los irrepetibles años 80, en los que Madrid se despojaba sin pausa de esa cárcel sin música que fue el franquismo, una década en la que brotaron tantos y tantos músicos autodidactas como Manolo Tena, mientras que los recién llegados a la libertad nos refugiábamos en el madrileño Pentagrama (3) para beber y nunca olvidar.
Como quizás diría, el para mi inolvidable, Santiago Otero, coautor en parte de muchas de mis experiencias, Manolo Tena conseguía que nuestros cuerpos experimentasen sentimientos encontrados, atracción irresistible y melancolía, cierto temblor de arañas (2), mágicamente sujetas a la fuerte seda de sus pequeños y frágiles mundos, mientras el viento y la amenaza actúan.
Ninguna de sus creaciones, de sus temas, han permanecido siempre en mí con tanta justificación como "Loco por verte", cada uno de sus párrafos, cada una de sus líneas,....su melodía y la quebrada voz de Manolo Tena, se instalaron en mi interior mientras que durante años y años me empeñaba en un sueño imposible, un sueño truncado en pesadilla ya no repetida, pero que aún hoy, de forma irracional y a retazos, como sueño inalcanzable se repite, consiguiendo que nuevamente, tal y como Santiago escribió, me
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sobre la misma ola negra que hace años Manolo Tena eligió como temporal morada.
Benito Sacaluga.
(1) Letra de "Loco por verte".Manolo Tena (1992)
(2) Cierto temblor de arañas. Santiago Otero. Editorial Azur (1972)
(3) El Pentagrama. (actualmente "El Penta"). Calle de la Palma, 4. Barrio de Malasaña (Madrid)
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