9 de noviembre de 2018

LA JUSTICIA SUPREMA





La justicia en España lleva tiempo en entredicho. Numerosos han sido los casos judiciales que han recibido, y con razón, el reproche de la sociedad, sobre todo de los ciudadanos de a pié. En estos momentos es el Tribunal Supremo el que está bajo sospecha, y con él el Consejo General del Poder Judicial,  entre otras cosas por el asunto catalán y, recientemente, por el escabroso tema del Impuesto de Actos Jurídicos Documentados que graba los préstamo hipotecarios. También las Audiencias, Nacional y Provinciales han sido causa de criticas por parte de la ciudadanía, recordemos a modo de ejemplo el Caso Noos, el caso de los Eres andaluces o el impresentable suceso de "la manada". Quién sabe lo que mañana o pasado nos sorprenderá. 

Lo anterior lleva aparejada la falta de confianza en la independencia del Poder Judicial, ese tercer Poder que junto con el Legislativo y el Ejecutivo disponen de nuestras vidas, de nuestros derechos y hasta de nuestra muerte. Después de todo lo visto solo nos falta que cualquier día jueces o juezas del Supremo, o miembros del Consejo General del Poder Judicial, se vean salpicados por casos de corrupción de cualquier tipo. Bueno, en realidad esto ya pasó, y lo protagonizó Carlos Divar, ni más ni menos que el presidente del Supremo y del CGPJ. El fin de su carrera judicial se produjo en 2012, cuando hizo frente a una denuncia y una querella contra él por supuestos delitos de malversación de fondos públicos y estafa, esta última por los gastos en sus viajes a Marbella (Málaga). Ambas fueron rechazadas, la primera por la Fiscalía, que la archivó, y la segunda por la Sala de lo Penal del Supremo. Que cosas. Sin embargo, ante la petición de que cesara de su cargo por parte de cinco vocales y la falta de apoyo del mundo judicial, Dívar convocó un pleno extraordinario del CGPJ y el 21 de junio se hizo pública su dimisión. Sirva esto último como aviso para navegantes, un aviso que hoy es de gran utilidad.

Según la web del CGPJ, el Tribunal Supremo lo integran el presidente del Tribunal Supremo, el vicepresidente, los cinco presidentes de sala y setenta y cuatro magistrados. De ellos, diez son mujeres, lo que supone un 12,34% del total. En total 81 personas, 81 funcionarios públicos. Unos funcionarios públicos muy bien pagados por los ciudadanos.

Según la web del CGPJ los altos magistrados del Supremo, que por muy altos que sean siguen siendo funcionarios públicos, recibieron en 2017 las siguientes retribuciones:
  • Presidente del Tribunal Supremo, que a su vez lo es del C.G.P.J, Total Anual: 132.769,12 euros.
  • Vicepresidente del Tribunal Supremo : Total anual: 118.802,28 euros.
  • Presidentes de Sala del Tribunal Supremo: Total anual: 111.986,44 euros.
  • Magistrados del Tribunal Supremo: Total anual: 109.072,40 euros.
en total 8.882.861,20 euros, cerca de nueve millones de euros anuales solo en el sueldo fijo de los 81 magistrados que componen el Tribunal Supremo.

Y quién elige a los afortunados que van a recibir estos salarios, además de una elevada posición social y prestigio..., pues lo hacen los politicos. Para comprobarlos vayamos al artículo 127 de la Ley Orgánica del Poder Judicial. Dicho artículo establece que:

Será de la competencia del Pleno del Consejo General del Poder Judicial:

1. La propuesta de nombramiento por mayoría de tres quintos de sus miembros de:

a) El Presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial y el Vicepresidente de este último.

b) Los miembros del Tribunal Constitucional cuya designación le corresponde.

c) Los Presidentes de Sala y Magistrados del Tribunal Supremo, así como los Presidentes de los Tribunales Superiores de Justicia de las Comunidades Autónomas.

Ahora veamos quién elige a los miembros del CGPJ, a su presidente y a sus 20 vocales:

Al presidente lo eligen los miembros del Consejo.

Los doce magistrados que lo componen son elegidos 6 por el Congreso de los Diputados y los otros 6 por el Senado., en ambos casos por mayoría de 3/5 de sus miembros.

Los ocho miembros restantes, abogados o juristas, son elegidos por el Congreso y el Senado, cuatro por cada cámara.

(1) Aparentemente, la exigencia de una mayoría de 3/5 para los nombramientos mitigaría la réplica pura y dura de las mayorías políticas parlamentarias. Sin embargo, a lo que hemos asistido en los últimos tiempos es a un mercadeo político que primero produce una situación de bloqueo la cual acaba degenerando en un reparto puro y duro de cuotas. Si tu votas a estos 3 míos, yo voto estos 4 tuyos: así es como se aplica en la práctica la mayoría de 3/5. Es decir, que en último término la composición de los tribunales son un reflejo de la composición política del Congreso y el Senado. Una misma mayoría parlamentaria controla el legislativo, el ejecutivo y el judicial.

En definitivas cuentas el poder legislativo elige a los componentes del CGPJ y éste a su vez a los jueces del Supremo. ¿Separación de Poderes?, no, control politico de la Justicia y a la vista de todos.

Hoy mismo los partidos ya están reuniéndose para negociar la composición del nuevo CGPJ, un nuevo cambio de cromos.

¿Hasta cuando vamos a tener que seguir soportando esta vulneración de los principios del Estado de Derecho? ¿Hará falta un macrocaso de corrupción en el seno de estas instituciones para que se tomen medidas?.....me temo que sí.


Benito Sacaluga





(1) navarraconfidencial.com

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