Dicen los de siempre que el mapa político que a todo color se está revelando en España pone en peligro la inversión y tienen razón. De seguir así y con un resultado en las generales parecido al de las recientes autonómicas y municipales habrá muchos "inversores", tanto locales como foráneos, a los que no les interesará hacer negocios en nuestro país. Nos dicen que el motivo de su miedo está en la inseguridad provocada por gobiernos inestables, por otra parte plagados de stalinistas, bolivarianos, etarras, anti sistema y no se cuantas barbaridades más, pero el verdadero motivo por el cual la "inversión" decrecerá nos lo ocultan.
De seguir así la tendencia, en las próximas generales el Partido Popular quedará, en el mejor de los casos, relegado a la oposición y habrá de comenzar una larguísima travesía del desierto , una larga travesía y además con pocas esperanzas de culminarla. En esta situación los "inversores" verán como esas puertas que hoy se abren gracias a los maletines de dinero y favores varios dejarán de existir y por tanto sus pelotazos también. Establecida la decencia en España correrán a otros países donde la corrupción siga siendo posible, no les faltarán opciones.
Contratar con las administraciones públicas es un asunto de difícil logro si éstas aplican estrictamente la ley. Normalmente el criterio seguido por las administraciones para la adjudicación de concursos públicos está fundamentado en la mejor relación calidad-precio, factores que deben ser objetiva y claramente demostrables. Hasta hoy la calidad y el precio se vienen sustituyendo por el monto de dinero que el concursante está dispuesto a poner a disposición del politico de turno y de sus secuaces, si esto se acaba muchos concursos públicos dejarán de ser tan rentables, entre otras cosas porque deberán de cumplirse sus pliegos de condiciones, incumplimientos que hoy se pasan por alto en atención al maletín recibido y que finalmente dan lugar a la existencia de "reformados" que en muchos casos superan al precio de licitación inicial, ahí es donde está el negocio.
Por otro lado las recalificaciones de terrenos y usos dejarán de basarse en su aspecto meramente económico y primará el beneficio social y el impacto medioambiental que dichas recalificaciones puedan comportar. Las políticas de Aznar con respecto al suelo quedarán enterradas y la especulación a que han dado lugar también, conseguido esto habremos logrado vencer la causa principal de la crisis económica que venimos soportando, una situación que a estas alturas ya deberiamos de dejar de calificarla como crítica al haberse convertido en crónica gracias a las desastrosas políticas del Partido Popular.
Declaraciones como las de Villar Mir, presidente de OHL, Ministro de Hacienda y Vicepresidente del Gobierno para Asuntos Económicos durante la presidencia de Carlos Arias Navarro, aparte de marqués por la gracia de JCI, en el sentido de que Podemos y las nuevas plataformas impedirán la recuperación económica en España, lejos de preocuparnos deberían llenarnos de optimismo de cara al futuro, si él pierde ganamos todos. Personajes como él hace ya decenas de años que sobran en España. Un personaje que además el 28 de septiembre de 2014 fue imputado por la Fiscalía Anticorrupción por un presunto amaño de la concesión de una obra pública en un hospital de Baleares y actualmente inmerso en un escándalo de escuchas a jueces mejicanos y que, entre otras cuestiones, ha provocado que el Gobierno de México haya solicitado auditar los contratos que tiene actualmente vigentes con OHL.
Alegrémonos, se irán de España los especuladores y los corruptores y solo quedarán los empresarios verdaderos, esos que hacen bien su trabajo y a un precio justo y que ahora no pueden competir en el terreno público porque su ética les impide pagar mordidas.
Benito Sacaluga
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